Peligros naturales
Depredadores
Las púas del erizo son una buena defensa para evitar ser presa de otros animales, pero aún así algunas especies como los zorros, tejones o búhos han aprendido a evitar esta defensa y son depredadores naturales del erizo.
Invierno
En la guía sobre la hibernación explicamos exactamente todos los cambios que un erizo sufre durante este tiempo en el que las temperaturas descienden y la comida escasea. Es un proceso duro y delicado, y no todos los erizos son capaces de superar el invierno, ya sea por enfermedad, porque no han sido capaces de acumular suficiente grasa, o porque por alguna razón les despiertan o destruyen su escondite y ya no tienen tiempo de encontrar otro lugar cálido para seguir invernando. En cualquiera de esos casos, las condiciones meteorológicas y la imposibilidad de encontrar alimento acaban con la vida de estos animales.
Mención aparte merecen los jovenes de otoño, crías de una segunda camada tardía que a la llegada del invierno aún son demasiado pequeñas para superar el frío. La única forma de ayudarles es mantenerlos a una temperatura moderada y con acceso a comida y agua durante todo el invierno. En países como Inglaterra y Alemania existen auténticas redes organizadas de cuidadores de estos pequeños, mientras que en nuestro país es un trabajo que recae en exclusiva a los centros de fauna, algunos de ellos sin instalaciones y presupuestos suficientes para hacerse cargo de estos casos.
El refugio pretende ser un lugar de acogida temporal para todos estos pequeños, que pasarán el invierno a salvo hasta que en primavera puedan volver a campar libres por bosques y campos.
Parásitos e infecciones
La garrapatas y los ácaros son a menudo parásitos que se encuentran en estos animales, pudiendo provocarles serios problemas cuando el nivel de parásitos es demasiado alto.
A parte, las heridas abiertas suelen ser un foto de infección importante al colocar sus moscas los huevos y aparecer luego las larvas, las cuales atacan ferozmente los tejidos pudiendo ser causantes de su muerte.
También son propensos a padecer infecciones pulmonares, dándose casos sobretodo en invierno.